Con sabor a México

Cuando nos solicitaron colaboración para intervenir en esta vivienda en Sotogrande, nos encontramos con una casa sencilla, a la que se accedia desde la calle por un portón de madera flanqueado este, por un muro con jardineras que nosotros transformamos, eliminando las mismas y aprovechando para recrecer el muro.

Utilizamos un revoco que recuerda los antiguos tapiales, creados y coloreados con la misma tierra. Sustituimos el viejo portón de madera existente, por uno sobrio realizado en chapa de hierro, y acompañamos este con una embocadura de inclinación trapezoidal que bien recuerda a las antiguas construcciones mayas; en forma, color y materiales.

Siguiendo con este intento de mimetizar en cuanto a color, sustituimos la tierra de los parterres exteriores, por una en tonos naranjas que se asimila al barro triturado.  Asi mismo plantamos Opuntia Indica (Chumbera), propias y de amplio uso en los poblados mexicanos.

Traspasando este portón nos encontramos con una gran pendiente que salvaba el desnivel entre la vivienda y la zona calle, como suele ocurrir, en estas zonas en talud, este espacio se convertía en un lugar muy desaprovechado y sin apenas uso. Para solucionar esto creamos una amplia terraza de usos multiples, en conexión con la entrada, y a partir de esta nace una cómoda escalera que dispusimos por tramos, y a la que acompañamos. Aprovechando el muro que soporta la  terraza piscina creamos una fuente escalonada, coiincidiendo estos saltos de agua con los distintos rellanos que dispusimos a en esta zona de bajada. Esta fuente juega con los saltos de agua creados por el desnivel, que pretendiamos disimular, pero se suministra igualmente ,con el fin de darle mayor encanto, de unos surtidores que nacen del mismo muro (reproducciones en barro que hicimos de antiguos mascarones mayas). El efecto, en especial en la noche, es mágico, ya que escondimos de forma sutil una iluminación con tiras de “led” de tono cálido, en la coronación de la pileta, que como una acéquia, soporta el agua.

Optamos, siguiendo nuestra obsesión por la armonía en color, por un suelo realizado en mortero pulido coloreado en tono similar al tapial, y acompañamos esta técnica con ladrillos de barro naranja para los escalones de bajada.

Intervinimos igualmente en la zona piscina, recreciendo el muro existente al exterior con el fin de conferirle más privacidad a este espacio, y aprovechamos para crear un pequeño cenador en la misma técnica del tapial siguiendo en su diseño con las inclinaciones propias de las antiguas construcciones mayas.

La vivienda que nos encontramos era una construcción sencilla dispuesta en forma de “U”, todas las puertas de las distintas habitaciones y del salón principal convergían a un patio central que estaba en desuso, lo cual nos recordaba a las arquitecturas propias de las antiguas misiones cristianas en Nuevo Mexico y California. Para nosotros era fundamental sacarle partido a esta zona y convertirla en un punto de reunión, celebración, y de disfrute de las comidas familiares, como ocurría en los antiguos poblados en los que nos inspiramos. Para hacer más apetecible esta zona, creamos una pérgola con viejos troncos que atraviesan y ensamblan ambos laterales de la construcción, colocamos cañizo y plantamos la trepadora Vitis riparia con el fin de ,con el tiempo, acentuar la sombra de esta zona de encuentro.

En la zona trasera, creamos unas escaleras que son acceso al dormitorio principal, y junto a estas mejoramos el antiguo porche, continuando con el pavimento continuo en color naranja oxido, con el fin de unificar las distintas estancias. Pintamos los troncos en verde “gastado”, que bien recuerda el tono glauco de las chumberas. Y usamos los sillones bkf, pero con tapicería de alfombras provenientes de las montañas del rif. Respetamos y dimos mortero coloreado a chimenea, así este espacio resultó como un guiño al estudio de la pintora georgia o´¨keeffe en santa fe (mejico), muy en la linea del resto.

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