Pastora Soler

Su voz dulce se torna poderosa cuando interpreta sus canciones delante de un micrófono. A Pastora Soler la hemos visto crecer sobre los escenarios, construyendo una carrera siempre en dirección ascendente. Tras haber hecho un paréntesis casi obligado, la artista sevillana volvió el año pasado con una maternidad estrenada y con más energía que nunca.  

Debutaste de niña cantando copla y con el paso de los años has ido evolucionando hacia otros registros. ¿A qué se debe? A la época en la que vivo y dejarme influenciar por mucha música de mi tiempo. La copla forma parte de mis raíces, pero mis inquietudes musicales y artísticas van mucho más allá. Por eso desde el principio, después de ese primer disco de coplas con 14 años, inicié esa búsqueda de mi sonido, de mi identidad. Desde hace unos cuatro o cinco discos vengo manteniendo la misma línea.

¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje en todos estos años de carrera? Cuando me tomé este respiro llevaba veinte años de carrera y pude hacer buen balance. Probablemente en este tiempo de tranquilidad es cuando más he aprendido como artista y como persona. Y ahora retomar de nuevo la carrera, me hace tomármelo todo de otra manera y con mucha más energía.

¿Quién ha sido la persona que más te ha marcado? Al principio mis padres, que fueron los primeros que creyeron en mí. Artísticamente hablando en esa primera etapa siempre he estado muy unida a Juanita Reina, que fue mi madrina y como artista me influyó muchísimo. Después, la primera persona que me dio la mano para iniciarme en esto fue Luis Sanz, que fue mi manager diez años y me enseñó todo lo que sé. En el camino ha habido mucha gente que te tiende la mano y te arropa. Tengo un equipo maravilloso, que es muy importante para una artista.

Teniendo en cuenta que ya eras una artista consagrada, ¿qué supuso para ti el paso por Eurovisión? El tirarme a esa piscina fue para mí un acto muy valiente porque, como tú dices, yo ya tenía mi nombre y mi carrera. Es todo muy intenso, son tres meses a tope, estás muy en el punto de mira, es algo muy analizado, criticado y te puede llegar a afectar. Eurovisión te puede salir de una forma que no te beneficie. Lo que estaba en mi cabeza era hacer una buena actuación y haciéndolo así, aunque termines mal, nunca te puede perjudicar. Tuve la suerte de acabar en el puesto 10, con 87 puntos. Afortunadamente todo salió bien.

¿Qué versión de Pastora Soler estamos viendo desde tu vuelta a los escenarios? Es una continuación de la anterior. La misma artista que he sido durante veinte años, pero con lecciones aprendidas, saboreándolo todo un poco más, una versión mejorada. Me lo tomo todo como un regalo.

¿Qué te aportó tu tiempo de retiro y descanso? A veces cuando llevas muchos años luchando te pasa factura y puede haber un poco de cansancio. Hay muchos factores que rodean al artista y uno tiene que tener la mente muy clara y mantener la vocación, la ilusión. Cuando todo se desordena, creo que lo mejor es tomarse un tiempo. Aunque yo decidí dejarlo, porque era lo que me daba paz y me liberaba. Lo que pasa es que después de manera natural, las cosas se ponen de nuevo en su sitio. Hay que ser fuerte para tomar decisiones importantes.

`La calma´ es el primer disco de esta nueva etapa, ¿qué has querido transmitir? Quería hacer un disco enérgico con mucha lección de vida.  En todas las canciones hay muchísimas frases de fuerza, de superación… Los momentos complicados ya lo había dejado atrás.

¿Cómo te planteas ahora tu carrera, qué es aquello que harás y qué no harás? Estar aquí de nuevo es ya un regalo de la vida. Seguir disfrutando de esto y haciendo lo que siempre he hecho. Uno ya sabe lo que no quiere hacer, lo que no le gusta. A mí siempre me ha costado mucho decir que no y ya sí me conozco mucho más y sé decir no a aquello con lo que no me siento cómoda.

Start typing and press Enter to search