CÓMO TENER UNA BUENA RELACIÓN CON LA COMIDA EN NAVIDAD

Durante las navidades celebramos los grandes momentos en torno a una mesa donde la gran protagonista es la comida, acudimos a numerosas reuniones familiares, cenas de amigos y comidas de empresa. Pero, ¿qué sería de la Navidad sin las comidas y cenas con nuestros seres queridos?

Lamentablemente, esto suele venir acompañado de preocupaciones sobre cuánto comeremos, cuántos kilos cogeremos y qué opinarán los demás de nuestros cuerpos, pudiendo generarnos emociones de culpa y malestar con nosotros mismos. Una vez que finalizan las navidades, suelen saltar las alarmas, buscamos matricularnos en el gimnasio más cercano y comenzamos numerosas dietas restrictivas. Y es que, vivimos en una cultura donde se promueve una gran preocupación por el peso, llegando a angustiar a gran parte de la población.

¿Qué puedo hacer para disfrutar de estas navidades sin preocuparme por la comida?

Considera la comida como una parte más de la navidad, no el centro. La comida es uno de los complementos que hacen del compartir tu tiempo con los tuyos algo especial, pero no lo único. Decide qué será importante y qué no será y deja a un lado los pensamientos en torno a la comida que te impiden ser libre en tu propio cuerpo. Lo importante no es tanto lo que comemos, sino con quién y cuándo. Además, recuerda que lo que comemos entre año nuevo y navidad es más importante que lo que comemos entre navidad y año nuevo.

No te prohibas alimentos. Si comenzamos las navidades pensando en qué alimentos vamos a eliminar de nuestra alimentación, probablemente vivamos las vacaciones con angustia y frustración por no haberlo logrado. Prohibido utilizar la palabra prohibido. Permítete disfrutar esos alimentos, no estás haciendo nada malo.

Conecta con las sensaciones de hambre y saciedad. Las mesas están repletas de comida y queremos probarlo todo y eso está genial, pero es importante que comas de acuerdo a lo que tu cuerpo te dice que necesita y que, cuando está lo suficientemente lleno, seamos capaz de conectar e identificar el estado de saciedad y paremos. Disfruta saboreando cada uno de los alimentos, de forma lenta y tranquila. Comer debe ser un placer, no una carrera de fondo.

No necesitas compensar. Que preveas una comida copiosa no quiere decir que antes tengas que hacer una restricción de lo que comas. Si nos saltamos comidas llegaremos con tanta hambre que viviremos la velada con sensación de descontrol, comiendo más de lo que nuestro cuerpo necesita. Entre los días especiales, mantén tu alimentación como harías habitualmente. Y por supuesto, di adiós al “en enero empiezo”, solo necesitas volver a tu rutina habitual.

Evita realizar comentarios a familiares y/o amigos. Vamos a promover el respeto hacia la forma de comer, el peso y la figura corporal de los demás, siendo nosotros un modelo a seguir. Recuerda que lo que para nosotros puede ser un comentario gracioso o un chiste, para la otra persona puede ser dañino y generarle malestar. Y, si eres tú la persona que recibe esos comentarios, da prioridad a tu voz y recuérdate que pase lo que pase, eres suficiente, válido y digno de ser querido.

La autocompasión y la empatía hacia los demás te permitirá vivir las fiestas de una manera más libre y feliz.

Start typing and press Enter to search