Un café con… Juan Villar-Mir.
El presidente de Puerto Sotogrande nos comenta la larga relación de su familia con Sotogrande, sus vivencias desde su infancia en la zona y los proyectos para el Puerto Deportivo.
La familia Villar Mir, una de las más reconocidas de la historia empresarial de España en las últimas décadas, mantiene una estrecha vinculación con Sotogrande a nivel personal y profesional, como nos confirma el presidente de Puerto Sotogrande, Juan Villar-Mir.
“Para nosotros, para mi familia, Sotogrande significa una gran ilusión en lo personal y la consolidación de un proyecto empresarial en el que mi padre empezó a pensar hace algo más de 60 años. En efecto, cuando nada más acabar la carrera de Ingeniero de Caminos le nombraron delegado de Dragados para Andalucía Occidental, se vino a vivir a Algeciras y conoció al Coronel Joseph McMicking, quien le contó el proyecto en el que trabajaba para la familia Zóbel. A mi padre le gustó mucho y, unos años después, ya en los 70, regresó a la zona y desde entonces estamos aquí”.
De hecho, tal y como nos cuenta su hijo, Juan Miguel Villar Mir tuvo un papel fundamental en la definitiva expansión de Sotogrande. “Mi padre le comentó al Coronel McMicking que, en su opinión, su proyecto no podría ser sostenible financieramente a largo plazo sólo con unas cuantas docenas de viviendas unifamiliares. Había que abrir Sotogrande a más clientes potenciales y, para eso, le sugirió al Coronel McMicking comprar los terrenos al otro lado del río Guadiaro
Eso permitió desarrollar los Apartamentos Playa, el Puerto Deportivo y la Marina. El tiempo, creo que modestamente, ha confirmado que mi padre tenía razón. Sotogrande debía crecer y lo ha hecho sin perder su idea original. Al contrario que en otras localidades de la Costa del Sol, aquí ni hay ni habrá construcciones masivas, porque tiene un urbanismo previsto y bien planificado para seguir manteniendo su esencia”.
Una esencia que también han podido disfrutar los Villar Mir como residentes habituales. “Tengo magníficos recuerdos con mi familia y amigos cuando veníamos de vacaciones. Mi primera excursión larga en moto a los 13 años con Alfredo Melián; los partidos de polo en la playa; las primeras regatas a vela en catamarán, los campeonatos de frontón filipino (que también se los debemos a la familia Zóbel), jugando con Paco Rodríguez y ganando algún campeonato a Miguel Preysler, aunque él también nos ganó otros”, las primeras escapadas nocturnas a la discoteca Óscar, relata nuestro protagonista que también se emociona con un recuerdo más reciente, el de la boda de su hija aquí en Sotogrande.
A todo esto, se añade además la larga trayectoria de Juan Villar-Mir al frente de Puerto Sotogrande, en concreto desde 1989. “Desde entonces vengo más veces a trabajar que de vacaciones”, reconoce con una sonrisa. “Cuarenta años después Puerto Sotogrande sigue siendo la primera gran marina a la entrada del Mediterráneo, con unos 1.300 atraques y se ha convertido en un elemento fundamental de la vida en esta zona. Además de ser históricamente capital del golf y del polo, Sotogrande también es referente mundial en náutica deportiva, porque tenemos un entorno ideal para la navegación a vela y una marina reconocida a nivel internacional”.
Otro rasgo característico de Puerto Sotogrande, con doce banderas azules consecutivas, es su compromiso con la sostenibilidad. “Llevamos muchos años con políticas medioambientales muy estrictas, siempre en primera línea de sostenibilidad. De hecho, vamos a ser uno de los primeros puertos con mayor porcentaje de consumo energético de origen fotovoltaico”.
Por otro lado, también destaca su faceta social. “Quiero que seamos mucho más que un puerto deportivo. Miguel Ángel Díez, nuestro director, me propuso hace algún tiempo acercar la vela a personas con discapacidades y lo llevamos haciendo cinco años. Os puedo asegurar que ver la cara de felicidad de estas personas al disfrutar de la experiencia de navegar a vela es, para mí, lo más gratificante de todos los logros que hayamos podido conseguir desde Puerto Sotogrande”.
De cara al futuro, Juan Villar-Mir no piensa en la jubilación. “He tenido el privilegio de trabajar con mi padre toda la vida y él sigue trabajando muchas horas diarias. Mi idea es seguir en activo y viniendo a Sotogrande todo lo que pueda. Tengo muy buenos amigos aquí, carreteras espectaculares para dar paseos en moto, parajes impresionantes para montar a caballo, el puerto para navegar, el tenis, el pádel y muchas cosas más. Mientras Dios me dé salud seguiré viniendo a trabajar y a disfrutar”.
Juan Villar-Mir en diez preguntas:
– Un color: el verde
– Un animal: la pantera negra
– Un libro: ‘Muerte de un presidente’ de William F. Manchester
– Una canción: ‘Pero a tu lado’ de Los Secretos
– Una película: Me encantan las de acción
– Una afición: montar en moto y a caballo
– Un sitio para perderse: La Ruta 66 de EEUU en una Harley
– Lo que nunca falta en tu maleta: ropa deportiva
– ¿Qué cualidades aprecias más y qué no soportas en una persona? La honestidad y la lealtad. De lo que no soporto, creo que todos tenemos defectos.
Descríbete en tres palabras: procuro ser buena persona.